domingo, 3 de agosto de 2014

Crisis de Civilización - La vida en peligro

Crisis de Civilización – La vida en peligro
La Tierra da vida y belleza, cuidémosla.

Tenemos una crisis de “ser humano”, es él quien realiza todas las acciones.

Las sociedades están compuestas por hombres y mujeres, y son, las sociedades, lo que son sus hombres y mujeres.

Podemos cambiar las sociedades, pero si el elemento protagonista está viciado, sus productos serán consecuentemente torcidos.
¿Pensáis acaso que los que están viciados son los otros? Eso es muy humano.

Podemos cambiar las estructuras, pero si no transformamos al ser humano, no lograremos nada bueno.

El manifiesto "Última llamada" me ha gusta por muchos motivos, pero creo que hay lagunas, lógicas por el tiempo y la participación. Lagunas al no considerar el estado en que están los componentes de nuestra civilización, nos podemos encontrar con que no hay donde untar la mantequilla.

El hombre se deteriora físico, mental, espiritual y socialmente.
La media de vida sale alta porque se ha disminuido la mortalidad infantil y de gente joven, debido a la higiene, a los antibióticos y a la cirugía. Pero no vive más años, ni tiene más salud, sino todo lo contrario, estamos ante una crisis de salud. 

Más enfermedades degenerativas, más cáncer a edades tempranas, más alcoholismo, más drogas, más suicidios, menos esperma en los varones, más enfermedades circulatorias y del corazón, más diabetes…  Los cirujanos no dan abasto… En los últimos años la actividad quirúrgica está aumentando de forma importante. Sólo en España se realizaron 4.567.730 intervenciones quirúrgicas en el año 2008, lo que supone un incremento del 21,4% respecto a 2001. Una alarma importante: los antibióticos cada vez son menos eficaces por adaptación de las bacterias, debido a su abuso.
Los medicamentos: Los datos son de la web eleconomista: “O estamos muy enfermos o no hay nada más barato a mano para paliar nuestros males. Lo cierto es que los españoles son los europeos que más medicamentos consumen y también los pacientes que acuden con mayor frecuencia a la consulta médica.  Tan sólo los estadounidenses son más adictos a la farmacopea, según un informe del Gobierno inglés, que compara el consumo de 14 grupos de medicamentos en 14 países y que evidencia la irresistible atracción de la sanidad española por los fármacos.
De lo que no hay duda es que el consumo farmacéutico nacional no tiene freno. Los médicos del sistema público habían prescrito en junio 950,6 millones de recetas durante el último año, un 3,75 por ciento más que el mismo mes del año pasado. De seguir a este ritmo, España superará los 1.000 millones de recetas anuales a final de 2010, lo que supone una media de casi 21 recetas por persona y año. Esta cifra nos convierte en el segundo país del mundo más medicalizado”.

Lo que beneficia a las multinacionales del medicamento y perjudica al ciudadano en su salud y en su bolsillo, porque ¿quién costea a la seguridad social?

Hay un largo etcétera de temas calientes que no están enumerados, pues el deterioro es de amplias proporciones, ante todo ello podemos jugar al avestruz y esconder la cabeza, los problemas nos comerán desde las patas.
Estamos en una situación delicada y hay voces que lo declaran así.
Es interesante la exposición de la cumbre temática de las Naciones Unidas.

Cumbre temática de la Naciones Unidas, 21 de septiembre de 2011
“Las enfermedades no transmisibles causan el 63% de las muertes”.
"Estamos ante la globalización de un estilo de vida no saludable", dice la OMS
Las enfermedades no transmisibles, como las dolencias cardiovasculares y respiratorias, la diabetes o el cáncer. Causan entre todas el 63% de los 58 millones de muertes que ocurren al año en el mundo, según datos presentados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la cumbre temática de las Naciones Unidas.
El cáncer es más letal que el VIH, la malaria y la tuberculosis juntos. Solo el cáncer mata a 7,6 millones de personas al año. A estos se le suman 17 millones por infartos u otras enfermedades cardíacas, o los 1,3 millones por diabetes. Otro dato más: nueve millones de personas fallecen por una enfermedad no contagiosa antes de llegar a los 60 años.

Como dijo Ban, esta vez no se trata de combatir un virus o un germen, sino de atajar "malos hábitos" de las sociedades modernas que pueden afrontarse con medidas no muy costosas y de una forma preventiva. Las estadísticas, señaló, "son alarmantes". Y se refirió al 17% de incremento de muertes previsto para la próxima década.
Margaret Chan, directora general de la OMS, reiteró que esta primera reunión "debe ser un toque de atención" para los Gobiernos. "Sabemos lo que se avecina", dijo. "La ignorancia y la inercia deben ser relevadas por acciones concretas sin esperar", para combatir lo que calificó como "la globalización de un estilo de vida no saludable".
Un simple cambio en el estilo de vida, añaden los expertos, es suficiente para reducir significativamente el riesgo. La OMS habla de que pueden salvarse 30 millones de vidas en una década. 

Merece la pena meditar lo que Margaret Chan a dicho: “Sabemos lo que se avecina”.

Ya la cosa está mal, y lo peor no es morir, sino malvivir. Padecer y compartir el planeta con miles de millones de seres enfermos físicos y psíquicos, los desvaríos mentales están incluidos. Puede ser el peor de los holocaustos y ya estamos en él, en sus inicios.

¿Quién lo parará si la enfermedad es un gran negocio?  Mientras haya beneficios…

Es importante educar en la comprensión, en que es la participación de todos, la que puede iniciar un cambio.

La alimentación es el estilo de vida que más marca toda la bioquímica del cuerpo, la salud y la enfermedad depende de lo que comemos: entre los muchos estudios que se han hecho al respecto, cabe destacar, por su proximidad, el estudio español Predimed, en el que se demuestra como la dieta puede modificar la salud, con una eficacia superior a la de los medicamentos.

Tenemos que cuidar la ecología del planeta y la ecología interior.
Ha sido muy triste contemplar como La Conferencia de desarrollo sostenible de Naciones Unidas o Conferencia de desarrollo sustentable de Naciones Unidas, también conocida como Río 2012 o Río+20, fue un fracaso.

Es necesario tener una visión de la globalidad de los problemas, hacer una síntesis desde todos los enfoques de la delicada situación.
Es necesario que seamos los ciudadanos y las asociaciones ciudadanas quienes tomen cartas en el asunto; los poderes económicos, que están detrás de todo, solo entienden de aumentar su beneficio, aún a costa de la vida.
Juan Carbonell del Pino

sábado, 12 de julio de 2014

Fantasía y realidad

¿Qué es lo real? ¿Lo que vemos? ¿Lo que sabemos? ¿Lo que creemos?


El ámbito de lo que creemos como "realidad", es un mundo extremadamente reducido para el espíritu humano, que se siente constreñido entre paredes angostas.

El espíritu para no perecer, viaja en la fantasía, que le va a posibilitar escapar de la cárcel de lo concreto.

La mente convencional dicta lo que es real, se lo cree y vive de acuerdo con ello, arrastrando en su miseria al resto de los componentes del ser.

Lo convencional tiene tanto poder, que fuerza a la mente a creer, el ojo ve la imagen invertida, el cerebro la interpreta derecha; si se ponen gafas que invierten la imagen, durante un tiempo las verás invertidas, al cabo el cerebro las volverá a interpretar derechas, al quitarse las gafas, durante un tiempo verá las imágenes invertidas.

El niño, que no tiene su mente domesticada, aún vive en la fantasía, hasta que los adultos terminan reduciéndolos a su tamaño.

Creencia de lo real
¿Cómo escapar?

Inventándose realidades pintorescas, que no dejan de ser nuevas configuraciones mentales, que nada tienen que ver con el vuelo del espíritu, crean insatisfacciones, frustraciones...

Las drogas pueden liberar lo convencional, pero finalmente será un desastre.

En los vuelos que el espíritu puede realizar en la noche; durante el sueño se libera, y puede resultar tan contradictorio con el mundo racional que se olvida al despertar.

La meditación puede liberar al ser de lo concreto y liberar el espíritu, para que se expanda sin ataduras.
Ciertos bailes pueden conseguir efectos de expansión espiritual.

La creación es una forma válida de expresión del espíritu.

Podemos hacernos muchas preguntas como:
¿De donde extrae la imaginación el material para crear fantasía?


¿Superan algunas cosas que conocemos como reales a la imaginación?

¿Las galaxias?
¿La biología?

No nos podemos dejarnos atrapar por el conocimiento, probablemente ninguno sea el definitivo.

La imaginación, la fantasía, la mística... pueden ser vías directas a algo que va más allá...

lunes, 7 de julio de 2014

El Ser quiere nacer


El Ser trata de imponerse a la vorágine de la vida, necesitamos de la autenticidad, es por lo que buscamos la felicidad con afán. 

La buscamos en lugares donde no puede expresarse nuestra parte más esencial. 

El mí mismo, el íntimo, con lo que más me siento yo, necesita atención y expresión.

No podemos estar satisfechos si no estamos realizados en lo íntimo.

Nos alejamos cada vez más de nuestro propio corazón, allí está apresado el ser.

Amar a la bestia es un concepto importante para la superación de la propia bestia.

La bella tiene que amar a la bestia.

Como aquél cuento, antes de que la rosa se marchitara, el príncipe convertido en bestia por la bruja, sería liberado del hechizo, cuando la bella amara a la bestia. 

Identificar, conocer, aceptar y amar a la bestia que llevamos dentro, para que desaparezca, se convierte en el primer trabajo que el hombre tiene que realizar sobre sí mismo. 


Autor: Juan Carbonell. 



  

jueves, 26 de junio de 2014

Por sus frutos los conoceréis




Siempre que una palabra o concepto, adquiere un valor, muchos quieren sacarle partido.

Si alguien dice ser cristiano, debe proceder según la doctrina de Cristo, si es budista según las enseñanzas de Buda... y así con todo.

Pero si alguien se quiere aprovechar, dirá que es cristiano, pero sus actos le delatarán. O quien lo ve, creerá que eso que él hace, es cristianismo, con lo cual, confundirá y dará del cristianismo una imagen falsa.

Todos los oportunistas hacen eso; y aunque el hábito no hace al monje, un producto se vende más por su apariencia que por la bondad de lo que lleve dentro.

Realmente, lo que sucede, es que, en general, estamos confundidos y ya no sabemos si para ser cristiano hay que ser pederasta, o si no no te rapas la cabeza, no puedes ser budista.

Así andan las cosas; dicen que la verdad y la mentira cambiaron sus ropajes hace tiempo, y desde entonces todos caminamos un poco confundidos.

Me interesan mucho, tanto el cristianismo como el budismo, pues son los mensajes de hombres despiertos que se dirigen al resto de los hombres para proporcionarle un bien.

El tema de los buitres que se alimentan de carroña es otra cosa. Que están en todas partes.

¿Qué no iba a pasar con el naturismo? Mercantilismo puro y duro, ineptos con frac, con títulos o sin títulos.

Lo haces bien o no lo haces bien, tu obra es válida o sirve para confundir y hacerle perder su oportunidad de salud a alguien que la necesita.

Los oportunistas siempre viven a costa de la excesiva credulidad, inocencia, o desconocimiento de los otros. Lo cierto es que siempre hacen mucho daño.

El médico, es médico, la labor que realizan, la mayoría, es admirable, y la medicina y los médicos tendrán que mejorar y hacer mejor las cosas, igual que tenemos que hacerlo todo hijo de madre, nos dediquemos a lo que nos dediquemos. Y todos somos criticables, si queremos mejorar. Sería deseable que el médico fuera más naturista, algunas especialidades médicas podrían serlo.

Pero el naturismo es un terreno de nadie, y ya se sabe, a río revuelto ganancia de pescadores: allí cabe todo el mundo.

El Naturismo es sencillo, no dependiente, debe ser económicamente barato y accesible.

Debemos agudizar la atención, discernir y comprobar que realmente sea natural: respirar, andar, tomar el sol, el contacto con la tierra, el agua, la comida fundamentalmente vegetariana, o totalmente vegetariana con porcentaje alto de alimentos crudos, frutas, cereales, ensaladas, verduras, nueces, meditación Zen, meditación Vipassana, jugar, reír, amar, trabajar dignamente, conocerse, ser comprensivo con el otro, no comerse el coco, conectar con el íntimo, con el Ser interior y con el Ser Universal.

Autor: Juan Carbonell del Pino

miércoles, 25 de junio de 2014

La salud depende de multitud de factores

Después de años de orientación vegetariana, o como lo llamé después, Naturología Humanista, he podido comprobar como las personas pueden llegar a transformarse según sea su estilo de vida.

Te cuesta hacer comprender que no estás aplicando ningún tipo de medicina, que es el propio cuerpo el que se cura solo, el único que sabe hacerlo, pues la maravilla de formar todo un organismo a partir de dos células, lo hace él solito. El milagro de ver nacer a tu hijo es una experiencia maravillosa, ¿cómo se ha formado? tardas tiempo en asumirlo, pero allí está. Como crece y se desarrolla. La inteligencia trata de entender como lo hace, pero aún estamos muy lejos de comprender todos los fenómenos de la vida. 

"Natura medicatrix" la naturaleza cura, frase atribuida al médico griego Hipócrates. 

Y aquí es donde interviene el estilo de vida, y en primer lugar la forma en que te alimentas. 

El cuerpo necesita unos requisitos esenciales para poder funcionar; cuando esos requisitos se alteran empieza a fallar y a deteriorarse. Lo sabemos en relación con las plantas que tenemos en nuestras macetas o con los vegetales de nuestro huerto, si tenemos esa suerte. 

Humedad, temperatura, riego, tipo de tierra, luz... Nosotros, los humanos, lo hemos alterado todo, y no nos damos cuenta de ello porque hemos nacido en una familia, en una sociedad ya alterada y lo hemos asimilado como normal. 

Nos hemos adaptado a un estilo de vida apartado de la naturaleza que nos ha formado, esa naturaleza que nos ha ido forjando a través de miles de millones de años, desde que apareció la vida, la primera célula, nos ha construido, constituido en función de sus propias sustancias y características. 

Hemos cambiado aquello, por lo cual, somos lo que somos en la actualidad, enfermos. Hemos cambiado los fundamentos de la vida y pagamos las consecuencias a un precio muy alto.  

Ese cambio que hemos introducido en el ambiente y en nuestros hábitos, se sostiene y perpetúa, porque en función de ellos se han creado fuentes de ingresos económicos, riquezas inmensas que se auto alimentan de sus beneficios y uso. 

Se sostiene también porque el ser humano se aferra a sus hábitos y costumbres, le resulta cómodo y le da seguridad y placer. Se sostiene porque nos tragamos toda la propaganda, dirigida a vender y obtener beneficios económicos. 

Realmente no nos damos cuenta de la multitud de cambios que hemos introducido en la forma de vivir del ser humano, ni de las alteraciones o perturbaciones que originan.

A la vuelta de los años, se descubren las consecuencias negativas de los nuevos estilos de vida; pero cuando ya se han producido importantes daños. 

La transformación negativa de nuestros hábitos ha creado una pandemia mortífera, y no porque lo diga yo, lo proclama la Cumbre Temática de las Naciones Unidas: 

“Las enfermedades no transmisibles causan el 63% de las muertes”. "Estamos ante la globalización de un estilo de vida no saludable", dice la OMS  “Se pueden salvar millones de vidas al año”. Es lo que las Naciones Unidas dice que podría conseguirse si los Gobiernos se comprometen y adoptan simples iniciativas preventivas de enfermedades no transmisibles, como las dolencias cardiovasculares y respiratorias, la diabetes o el cáncer. Causan entre todas el 63% de los 58 millones de muertes que ocurren al año en el mundo, según datos presentados por la Organización Mundial de la Salud (OMS)
El cáncer es más letal que el VIH, la malaria y la tuberculosis juntos. Solo el cáncer mata a 7,6 millones de personas al año. A estos se le suman 17 millones por infartos u otras enfermedades cardíacas, o los 1,3 millones por diabetes. Otro dato más: nueve millones de personas fallecen por una enfermedad no contagiosa antes de llegar a los 60 años.
"Es una situación de emergencia a cámara lenta", advirtió el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en su llamamiento a la colaboración.Como dijo Ban, esta vez no se trata de combatir un virus o un germen, sino de atajar "malos hábitos" de las sociedades modernas que pueden afrontarse con medidas no muy costosas y de una forma preventiva. Las estadísticas, señaló, "son alarmantes". Y se refirió al 17% de incremento de muertes previsto para la próxima década.Margaret Chan, directora general de la OMS, reiteró que esta primera reunión "debe ser un toque de atención" para los Gobiernos. "Sabemos lo que se avecina", dijo. "La ignorancia y la inercia deben ser relevadas por acciones concretas sin esperar", para combatir lo que calificó como "la globalización de un estilo de vida no saludable". Un simple cambio en el estilo de vida, añaden los expertos, es suficiente para reducir significativamente el riesgo. La OMS habla de que pueden salvarse 30 millones de vidas en una década. (Extraído de "Cumbre de las Naciones Unidas", publicado en este blog)

El estilo de vida, la forma en que nos alimentamos, no solo preserva de las enfermedades y sobre todo da capacidad óptima física y mentalmente, sino, que además, es lo más eficaz que existe para recobrar la salud, pues la inteligencia  del cuerpo sabe qué hacer, cuando se le aporta lo que necesita, el buen alimento, frutas, nueces, verduras, cereales... y a continuación me remito al estudio Predimed. 

El estudio Predimed, financiado con fondos públicos del Instituto Carlos III, es uno de los mayores estudios realizados en España y Europa, en el que han participado 7.447 voluntarios de ambos sexos con edades comprendidas entre 55 y 88 años, durante 5 años,  y con algún riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, como fumar, tener alto el colesterol o la presión arterial, y tener exceso de peso. En el estudio han participado 19 grupos científicos españoles. 
Una de sus conclusiones principales es que es más importante la totalidad del patrón alimentario mediterráneo que cada componente por separado. La dieta mediterránea empleada ha consistido en el uso abundante de aceite de oliva virgen, frutos secos, verduras, frutas, legumbres y pescado. Se debe reducir en cambio el consumo de carnes rojas y procesadas, bebidas azucaradas, bollería industrial, postres dulces y mantequilla. Se admite un moderado consumo de alcohol en forma de vino con las comidas. Con este patrón se ha logrado reducir en un 30% el riesgo de enfermedad cardiovascular, comparativamente a un grupo control. 
Hay indicios además de que esta dieta mediterránea puede ser útil para la prevención de la diabetes, la obesidad abdominal y otras patologías.
En definitiva, el Profesor  Martinez destacó que somos lo que comemos, y que pocas cosas son tan importantes en la vida como cuidar lo que elegimos para llevar una alimentación saludable.
La dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen o frutos secos como las nueces, avellanas y almendras, es más eficaz que las dietas bajas en grasas de todo tipo recomendadas para prevenir patologías cardiovasculares. Un efecto que no logran alcanzar muchos fármacos utilizados para controlar las patologías cardiovasulares. Esta es la principal conclusión del estudio español “Prevención con Dieta Mediterránea”, Predimed, que recoge el “New England Journal of Medicine”, una de las publicaciones más prestigiosas entre los médicos. (Estraido del estudio Predimed, publicado en este blog)

No podemos perder de vista que somos una unidad de lo múltiple, y son importantes cada parte y el todo, no puede haber salud si no se atiende a la totalidad. 

Es un error llamado al fracaso, cuando se aplica un medicamento, sea natural o no, para modificar una causa. El verdadero y eficaz tratamiento debe ser natural y múltiple: el estilo de vida.

"No hay enfermedades sino enfermos" es el planteamiento hipocrático. 

Existe un única enfermedad: la falta de salud. 

Y se cura caminando hacia los orígenes, hacia La Naturaleza. 

domingo, 22 de junio de 2014

Que el alimento sea tu medicamento...

Realmente alguien podría confundirse, si por algún infortunio atribuible al azar tuviera un diagnóstico. A veces es necesario, si por ejemplo te ha caído un bloque de mármol en el pie; pero aparte de ese incidente, lo mejor es no conocer, porque el conocimiento es un impedimento para conocer.

Porque la causa no es una, sino múltiple

Parece que eso del diagnóstico es algo difícil, hasta en las mejores clínicas del mundo se equivocan, y te pueden dar un purgante cuando realmente lo que te pasa es que hace una semana que no comes.

En un síntoma que indica una alteración de la salud pueden estar incidiendo muchos factores biológicos alterados, como consecuencia de un estilo de vida poco saludable. Si alguien se atreve a diagnosticar una causa y se dispone a modificarla medicando, aunque sea de forma natural, estará dejando sin atender al resto de las causas.

Diagnosticar es un vicio que está impreso en el ánimo de todos, paciente y terapeuta. Será muy bueno, a ojos del paciente, si hace un diagnóstico rápido y pone un tratamiento. Si está rodeado de un ambiente y te cobra un pastón, más bueno todavía; ese tío es una eminencia.

Puede que modificar las causas no sea popular, implica molestias, que alguien quiera modificar tus hábitos y sobre todo las cosas que te gustan.

Que no coma pan blanco, dulces, filetones, que no fume, que no beba... "y encima me dice que coma mucha fruta, ensaladas, verduras, nueces, aceite de oliva... que asco, ¿para qué están los medicamentos?, dame una pastilla tío, que quiero seguir con mi rollo"

Es necesario contemplar toda la realidad biológica que incide en cada ser humano; el panorama es amplio y complejo, pero allí está la determinación de la salud y la enfermedad.

No se puede ser simplista, es necesario poner a trabajar todo a favor de la persona que demanda tu orientación. También será necesario que esa persona que demanda tu orientación sea capaz de comprenderla y llevarla a cabo.

Existen muchos estados biológicos que si se alteran son incompatible con la vida:

  1. los ácidos grasos esenciales es común que estén en carencia, el linoléico y el linolénico, sobre todo este último, son los precursores de otros ácidos grasos y de las prostaglandinas, etc.  
  2. también es fácil que no se asimilen bien. 
  3. La alimentación puede tener una tendencia a la acidificación de la sangre.
  4. Carencia de algunas vitaminas y minerales. 
  5. Exceso de residuos metabólicos como colesterol, ácido úrico, amoniaco, derivados del mal yantar. 
  6. Escasez de alimentos vivos, como frutas, ensaladas, nueces, verduras... 
  7. La proteína animal es proteína de segunda mano, su único origen son los vegetales. 
  8. Comida basura, alimentos refinados, azúcar, dulces... 
  9. Sedentarismo
  10. Angustia, ansiedad, estrés... 
  11. Conocer y aceptar los conflictos psicológicos. 
  12. ... Y muchas más... Porque somos una unidad y la consecuencia de múltiples factores. 

Si trabajas todo lo anterior y lo pones a favor de las personas, las enfermedades y la infelicidad desaparecen. 

La frase más repetida y menos aplicada: "Que tu alimento sea tu medicamento y que tu medicamento sea tu alimento", expresado por el médico griego Hipócrates. Esto se comprendió hace 2.400 años. ¿Cuántos años más necesitaremos para llevarlo a la práctica?

Porque no se habla de modificar el estilo de vida para mantener y alcanzar la salud integral. Porque se despacha en pocos minutos y te dan una receta completa. Porque se medica a millones de personas, con millones de toneladas de medicamentos.
Porque existe una excesiva medicalización que cuesta miles de millones, que termina pagando el pueblo, a través de la seguridad social. 
Porque existen protocolos médicos que hay que seguir.

Pero si fuésemos objetivos, se aplicarían los medicamentos sólo cuando no hubiera otra alternativa natural, como un mal menor y durante un corto periodo de tiempo, si es posible, y se sanaría y mantendría la salud por medio de la dieta y el estilo de vida. 

Si te dan una baja te obligan a tomar medicamentos, de lo contrario te obligan a trabajar. Pero no te obligan a cambiar la alimentación y los hábitos de vida que son los que te enferman. ¿Absurdo verdad? 
Puedes seguir comiendo animales, no comer frutas y verduras, fumar, beber, refinados... 

Pero por otro lado el enfermo exige ser medicado, y no está dispuesto a cambiar sus hábitos en algunos casos. 

Es necesario educar: la salud no es consecuencia del azar, sino del estilo de vida.





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