La mujer una inversión - Me too
La sociedad tiene
que invertir en la mujer porque de ello depende la supervivencia de la
humanidad; tiene que invertir en la mujer por ser el valor más rentable para el
mundo.
Invertir en
la mujer, para que reviertan en la sociedad los mayores dividendos.
La riqueza
de la sociedad son sus hombres y mujeres, engendrados y paridos por mujeres.
Está en
manos de la mujer conseguir hacer del humano un ser con plenitud, un
científico, un asesino, un maltratador, un machista, un músico, un amante de la
naturaleza, un buen dirigente político honrado… pero necesita la colaboración
de la sociedad durante los años en que el niño, el futuro hombre; la niña, la futura
mujer es más sensible, más débil, más moldeable… y necesita los cuidados de su
madre.
Desde el
momento de la concepción, ella, se convierte en un ser especial, en un milagro
de la naturaleza, la posibilidad de un nuevo ser humano; un nuevo ser, sano de
mente y de cuerpo.
Todo lo que
sucede en la madre y en su entorno, repercute en el ser que engendra.
Es necesario
que la mujer tome consciencia de la gran responsabilidad que adquiere cuando a
través de ella viene al mundo un nuevo ser con todas las posibilidades
abiertas, tanto las positivas como las negativas, es un potencial en bruto que
es necesario cuidar. Cuidar, en
beneficio de ese ser y por el beneficio de toda la sociedad que lo recibe.
La mujer está sutilmene dotada, para dar a luz y para dar luz al mundo.
La mujer necesita:
una vivienda
digna; un ambiente agradable, los ingresos suficientes para su subsistencia y la
de su hijo, descanso, seguridad, respeto, tiempo libre…
Es necesario
que reciba una formación, en centros de enseñanza especializados en cómo tratar
su embarazo, el nacimiento, el trato al recién nacido, la educación del niño en
evolución...
Y también habrá elegido, porque puede elegir, a un compañero que no grite, no pelee, no maltrate, respete, sea amoroso…
La mujer engendra
durante 9 meses, lo acoge en su vientre, lo pare, lo amamanta, le da calor,
arrullo, una mirada amorosa, una canción, una voz tenue… Y esas cualidades, además, son las que necesita el mundo; la mujer está llamada para participar más activamente en el gobierno del planeta
La mujer es el presente y el futuro. Cuidémosla
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