sábado, 12 de julio de 2014

Fantasía y realidad

¿Qué es lo real? ¿Lo que vemos? ¿Lo que sabemos? ¿Lo que creemos?


El ámbito de lo que creemos como "realidad", es un mundo extremadamente reducido para el espíritu humano, que se siente constreñido entre paredes angostas.

El espíritu para no perecer, viaja en la fantasía, que le va a posibilitar escapar de la cárcel de lo concreto.

La mente convencional dicta lo que es real, se lo cree y vive de acuerdo con ello, arrastrando en su miseria al resto de los componentes del ser.

Lo convencional tiene tanto poder, que fuerza a la mente a creer, el ojo ve la imagen invertida, el cerebro la interpreta derecha; si se ponen gafas que invierten la imagen, durante un tiempo las verás invertidas, al cabo el cerebro las volverá a interpretar derechas, al quitarse las gafas, durante un tiempo verá las imágenes invertidas.

El niño, que no tiene su mente domesticada, aún vive en la fantasía, hasta que los adultos terminan reduciéndolos a su tamaño.

Creencia de lo real
¿Cómo escapar?

Inventándose realidades pintorescas, que no dejan de ser nuevas configuraciones mentales, que nada tienen que ver con el vuelo del espíritu, crean insatisfacciones, frustraciones...

Las drogas pueden liberar lo convencional, pero finalmente será un desastre.

En los vuelos que el espíritu puede realizar en la noche; durante el sueño se libera, y puede resultar tan contradictorio con el mundo racional que se olvida al despertar.

La meditación puede liberar al ser de lo concreto y liberar el espíritu, para que se expanda sin ataduras.
Ciertos bailes pueden conseguir efectos de expansión espiritual.

La creación es una forma válida de expresión del espíritu.

Podemos hacernos muchas preguntas como:
¿De donde extrae la imaginación el material para crear fantasía?


¿Superan algunas cosas que conocemos como reales a la imaginación?

¿Las galaxias?
¿La biología?

No nos podemos dejarnos atrapar por el conocimiento, probablemente ninguno sea el definitivo.

La imaginación, la fantasía, la mística... pueden ser vías directas a algo que va más allá...

lunes, 7 de julio de 2014

El Ser quiere nacer


El Ser trata de imponerse a la vorágine de la vida, necesitamos de la autenticidad, es por lo que buscamos la felicidad con afán. 

La buscamos en lugares donde no puede expresarse nuestra parte más esencial. 

El mí mismo, el íntimo, con lo que más me siento yo, necesita atención y expresión.

No podemos estar satisfechos si no estamos realizados en lo íntimo.

Nos alejamos cada vez más de nuestro propio corazón, allí está apresado el ser.

Amar a la bestia es un concepto importante para la superación de la propia bestia.

La bella tiene que amar a la bestia.

Como aquél cuento, antes de que la rosa se marchitara, el príncipe convertido en bestia por la bruja, sería liberado del hechizo, cuando la bella amara a la bestia. 

Identificar, conocer, aceptar y amar a la bestia que llevamos dentro, para que desaparezca, se convierte en el primer trabajo que el hombre tiene que realizar sobre sí mismo. 


Autor: Juan Carbonell. 



  

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