sábado, 16 de octubre de 2021

Un Nuevo Paradigma

 

Un nuevo paradigma está naciendo en nuestra sociedad. Es una visión de una realidad que se oculta tras las apariencias que captan nuestros sentidos, la célula.

                La representación mental de la realidad cambia de una época a otra. También es distinta en lugares diferentes. Aún dentro de la misma sociedad según al estamento social en que te relaciones.

                El descubrimiento de nuevas realidades, las ideas de pensadores, el contacto con civilizaciones lejanas, la invención de aparatos o máquinas, las visiones astronómicas… ha ido modulando el estilo vivencial y los estados mentales y relacionales del hombre a través de los siglos.

La invención de la imprenta, la radio, la televisión, internet, y sobre todo este último, ha disparado la forma, la intensidad, la realidad y cantidad de la información, poniéndola al alcance de multitudes.

Por otro lado, los centros de investigación se han multiplicado de forma exponencial en una vertiginosa carrera por alcanzar nuevos conocimientos y aplicaciones.

Los cambios cada vez son más rápidos, las aportaciones a las diferentes disciplinas crecen formando un gran acervo de datos. Los libros se vuelven viejos apenas salen de la imprenta, todos miramos a internet como la forma más rápida de obtener la novedad al día. Se impone la especialización cada vez más dividida en ramas que puedan ser dominadas por los estudiantes. Se pierde la visión de conjunto y la síntesis cada vez se vuelve más difícil.

Ante este panorama se hace necesario no perder de vista lo esencial, tenemos que volver la mirada hacia lo sencillo, sin perder de vista la evolución y aportación de nuevas investigaciones, descubrimientos y conocimientos.

La transformación del hábitat de gran parte de la humanidad en una urbe de asfalto ha alejado la naturaleza de los seres humanos, los seres humanos viven de forma antinatural. El sedentarismo, el aire que respira, lo que come, etc., ha provocado el aumento de las enfermedades crónicas y degenerativas.

El paradigma que hace frente a esa epidemia de falta de salud es oponer remedios que combatan a la enfermedad. Y peor aún, no modifican los comportamientos insanos de la población. Este paradigma produce dolor y lesiones. Lo mantiene una mayoría que no está dispuesta a sacrificar sus malos y deseados hábitos insanos, no cambiará más que para una minoría.

El sistema sanitario que hace frente a la mala salud ha creado un inmenso entramado asistencial y económico que se nutre y crece con el aumento de la enfermedad, produciendo un gasto insostenible para las economías estatales y astronómicos beneficios económicos a la industria del sector.

Los paradigmas se forman de complejas estructuras sociales que interaccionan entre ellas y se transforman lentamente, agricultura, sistemas, poderes económicos, clases sociales, entidades productivas, de servicio, transformación, políticas, centros de investigación, iglesias, militares, opinión, comunicación, juglares, escritores, folclores, teatro, pueblo…, forman un magma que se transforma y según la fuerza de cada elemento constituyente cambian.

Se descubre la célula. Los primeros conocimientos sobre la célula datan de 1665, fecha en que Robert Hooke publicó los resultados de sus observaciones sobre tejidos vegetales. Desde entonces muchos miles de investigadores han ido aportando conocimientos sobre la célula. La fisiología de la célula es cada vez más conocida. La microbiología sustenta a la anatomía que pueden ver nuestros ojos. Lo invisible se impone a lo visible.

Hay un argumento fuerte que emana de multitud de áreas de investigación de todo el mundo: “las células cuando no pueden transformar y eliminar sus deshechos, su basura, enferman y mueren”, y así se formarán todas las enfermedades crónicas y degenerativas.

Los pueblos naturales no consumen tanto alimento como los pueblos civilizados y su alimento es fresco y natural. Se ven obligados al ayuno por la escasez de alimentos, eliminando de esta forma la basura de sus células. No sufren las enfermedades de nuestra civilización.

Los experimentos señalan que cuando se interrumpe el ayuno en los animales de experimentación no pueden eliminar sus deshechos enferman y mueren. Son necesarios niveles basales bajos de nutrientes, glucosa y aminoácidos especialmente, para que se produzca la autofagia durante el ayuno.

Cuando se ayuna diariamente durante las horas suficientes, (16-24 horas), ponemos a trabajar en beneficio de la limpieza celular a cien mil millones de células del corazón, del cerebro, del hígado, de los huesos, de los riñones…, así se mantiene el cuerpo saludable y con eficacia en todas sus funciones y por consiguiente libre de enfermedades crónicas y degenerativas. Este trabajo no se puede superar por ninguna terapia.

Cada vez más, se ven los ejemplos de miles de investigaciones en este sentido y poco a poco van calando en la sociedad, informando al público en general y a los distintos estamentos que tienen poder de ejecución en los pueblos de la tierra.

Poco a poco, lentamente, pero con firmeza y constancia el paradigma de curar va cambiando por el de crear formas de vida saludable que contengan el ayuno, la comida sana, la actividad física, el descanso, la reflexión, la buena educación… Pero: “todos son los llamados y pocos los elegidos” diría un hombre sabio de principio de nuestra Era.

El Naturismo Vegetariano ha trabajado, trabaja y seguirá trabajando por la vida sana.

Recomiendo leer mis 3 últimos posts que hablan de este tema de la autofagia.

16/10/2021

Juan Carbonell del Pino

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tus opiniones y comentarios enriquecerán este blog

Entradas populares