La parte fea, inaceptable de nosotros mismos, no somos capaces de contemplarla y aceptarla como propia.
Entonces creamos la "sombra", la persecución en el mundo exterior de lo indeseable que habita en nosotros.
Nos convertimos en paladines "limpios" y condenamos y castigamos en los demás, nuestra propia suciedad.
Señalamos, acusamos, condenamos.
Será mejor mirar hacia dentro
ResponderEliminarMuy buena reflexión Juan. Deberíamos tener esto en cuenta cuando proyectamos algo. Además de mirar hacia dentro, por añadir algo, creo que, junto con la empatía, sería una buena práctica; no solo para atacar la raíz del problema, aceptando nuestra propia sombra, sino también la de los demás.
ResponderEliminarAcaso existe la sombra??? Porqué insistimos en fraccionar nuestro ser??
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