jueves, 9 de abril de 2020

Vegetarianos - ajo para la gripe



Ser vegetariano es una forma de alimentación que excluye de la dieta los productos animales que implican matar al animal. Fruta fresca, ensaladas, verduras poco hechas, nueces, cereales, alguna legumbre… El porcentaje de alimentos crudos y semi crudos debe ser alto.

Son muchos los kilos de grano que se necesitan para obtener 1 kilo de carne, lo cual supone una rentabilidad nada conveniente para paliar el hambre en el mundo y para la ecología del planeta. 

Al principio de hacerte vegetariano te parece que aquello que comes no te alimenta y tienes hambre al poco rato, pero esto es sólo al principio pues los jugos gástricos se tienen que adaptar a no trabajar con carne y secretar menos ácidos.

Poco a poco le coges cariño a la dieta vegetariana pues haces mejor las digestiones y te desaparecen algunos achaques. Te sientes más ligero y te cansas menos. El estado de alerta es más fino, tu atención está más despierta.

También observas que los resfriados los pasas con menos congestión y en menos tiempo se pasan sin que tengas que tomar ninguna química. Una práctica frente a la gripe es el tomar ajo. Esta potente especie vegetal tiene poder para liquidar felizmente los síntomas de la gripe y reducirla en poco tiempo.

Cuando saludas a alguien de cerca, rápidamente te descubren que has tomado ajo, pan integral con aceite y ajos restregado, troceado o rallado. Efectivamente ese olor al alilo, a esencia de ajo, se produce porque se elimina por la piel y por los bronquios.

El poder desinfectante y fluidificante del ajo es muy potente, un diente de ajo sobre el pan en el desayuno, otro rallado sobre la comida del medio día y otro sobre crema de cebollas como última comida del día. Eso sí, el ojo se debe de tomar crudo, con su esencia, si lo cueces lo pierdes.

En caso de necesitar un aporte más continuo de ajo porque te ataca un virus, puedes hacer un caldo de verduras (cebolla, apio, nabo, zanahoria, que cueces durante media hora); en una taza rallas un diente de ajo, la llenas de caldo bien caliente, la tapas y la dejas reposar hasta que esté a temperatura para tomar, le pones limón y ¡que aproveche!

¿Cuántas veces al día? Cuatro, cinco… cuantas más mejor. No lo aguantará ningún virus que tengas en tus bronquios, fluidificarás el moco y lo expulsarás con facilidad. También, en caso de no tolerar el ajo tal cual, puedes consumirlo en comprimidos que van recubiertos con un protector para que no se absorba en el estómago y sí en los intestinos. Yo prefiero el crudo.
Otras cualidades del ajo es que produce vaso dilatación y ayuda a fluidificar la sangre, mato a los parásitos intestinales…

Desde luego la dieta deberá ser vegetariana natural, con mucha fruta, ensaladas, nueces, verduras poco hechas…

Es importante cenar solo frutas y temprano. Necesitamos cuántas más horas de descanso digestivo mejor, para que de tiempo a realizar la autofagia celular.

Otra medida interesante es la de vaporizar o quemar esencias vegetales, como la de eucalipto, tomillo, limón, menta… en la estancia en que estemos.

Son estos, algunos consejos de mi experiencia.

 Juan Carbonell del Pino  -    Naturista   N&H (naturismo y humanismo)
  


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