A la capacidad que
tiene cada ser humano, para darse cuenta de la realidad, podríamos llamarla
umbral de consciencia, y puede ser muy variado este umbral.
Esa capacidad de
darse cuenta va a estar determinada por una enorme cantidad de situaciones, en
las que puede encontrarse cada ser humano, como son: el estado de salud que
tenga el individuo en cuestión, si sus células están asfixiadas de grasas y
toxinas, (las neuronas también son células físicas), si padece enfermedades;
también si está marginado socialmente; si bebe habitualmente, si está cansado,
si recibe desamor, si sufre de agresiones o injusticias, si tiene miedo, si
busca la aceptación de los demás, si pasa hambre, si se droga, si está
enamorado, si se ha liberado de sus conflictos psicológicos, si tiene tiempo
libre, si está muy ocupado… Si tiene visión de conjunto o por el contrario se
queda atrapado en cuestiones parciales… su realidad, la de los demás seres y la
del mundo que le rodea puede ser algo muy difícil de captar.
Teniendo en cuenta
todo esto, se comprende que la comunicación profunda de la intimidad, pueda
ser, en ocasiones, difícil de compartir, tanto que la soledad y el aislamiento
se puede convertir en una situación de constante presencia.
Ir más allá de todo
esto puede ser una tarea difícil pero deseable, con objeto de romper el
aislamiento y buscar puntos que puedan ser compartidos.
Pero sucede que cada
ser humano se hace fuerte en sus convicciones y trata de imponerlas a los
demás.
Se hace evidente que
con todos no podemos compartir muchas de nuestras vivencias íntimas y
necesitamos de personas afines para poder expresarnos con amplitud y poder
intercambiar.
Así que es bueno
interaccionar con cada una de las personas en el ámbito posible y no intentar
imponer nuestros criterios creando conflictos, guardarlos más bien, para quien
pueda entenderlos y compartirlos.
Sobradamente sabemos
que el conocimiento es parcial y que la totalidad no está a nuestro alcance,
será positiva la actitud de atención consciente para descubrir lo nuevo,
prescindiendo de preconceptos que nos esclavizan en lo viejo.