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viernes, 9 de diciembre de 2022

MEDITACIÓN

 Meditación

La palabra meditación no tiene traducción al español “1. tr. Pensar atenta y detenidamente sobre algo.” Es la definición de RAE. Pero esto no es lo que significa ese acto que comenzó a practicarse en la India.


La palabra equivalente en nuestro idioma sería contemplar.

Si leemos sobre el tema, vemos que son muchas las religiones y escuelas que hacen uso de ella y muy variadas las formas de practicarla.

Después de años de indagar en diferentes formas de meditación he seleccionado la Escuela Zen de Soto, como la única que puede aportar lo que se entiende por contemplación.  

Contemplar debe ser la forma de mirar el mundo externo e interno. Sólo mirar para comprender. Despojados de prejuicios o valoraciones. Sin emitir juicios.

La meditación como ejercicio crea el estado, la actitud apropiada en la forma de mirar.  Es como vamos a examinar la totalidad de las vivencias de la existencia.

 

Puedes visitar esta página:

https://www.sotozen.com/spa/practice/zazen/howto/index.html

¿Cómo practicar zazen?

Respiración abdominal

Durante el zazen, respire silenciosamente por la nariz. No trate de controlar la respiración. Permita la entrada y salida del aire naturalmente de forma que pueda olvidar que está respirando. Permita que las respiraciones largas sean largas y que las cortas sean cortas. No haga respiraciones fuertes y ruidosas.

Conciencia (Kankusoku)

No se concentre en ningún objeto en particular ni controle sus pensamientos. Si adopta una postura correcta y deja que la respiración se normalice, su mente se tranquilizará naturalmente.Cuando haya pensamientos que surgen en su mente, no se concentre en ellos ni luche contra ellos; ni los busque ni trate de escapar de ellos. Deje que los pensamientos fluyan, permitiéndoles aparecer y desaparecer libremente. Lo esencial al practicar zazen es tomar conciencia (kakusoku) de la distracción y del adormecimiento y regresar a la postura correcta momento a momento. …

(Fragmento copiado de la página sotozen)

 

Lo que viene a continuación está extraído de una charla de Krishnamurti



“Los seres humanos tenemos muchos problemas, tanto físicos como psicológicos.

¿Es la meditación una forma de evadirse de los problemas, de evitar lo que realmente es y, por tanto, no es meditación en absoluto?

¿O la meditación es comprender el problema de vivir? A menos que el ser humano sea una luz para sí mismo, nada tiene importancia.

Un ser humano tiene innumerables problemas, primero tiene que solucionar estos problemas. Debe poner orden en la casa, en la casa en la que vive.

Y esa casa que es el “yo”, mis pensamientos, mis sentimientos, ansiedades, sentido de culpa, pena… debo poner orden ahí. Sin ese orden ¿cómo seguir adelante?

No estoy buscando orden. Estoy viendo que hay desorden y quiero saber por qué lo hay.

No es posible solucionar estos problemas, a menos que sea de forma total. Si uno observa completamente el desorden, entonces ahí no hay dualidad.

¿Qué es observar el desorden? Sin el yo, eso es meditación.

Observar sin división, el “yo” dice, “debería”, “no debería”, “tengo que”, “no tengo que”; el “yo” dice “he de llegar a Dios” o lo que sea.

¿Es posible observar sin el “yo”? Observar este desorden total de los seres humanos, sus vidas, el modo en que viven, ¿es posible observarlo sin división?

Porque la división implica conflicto, la división psicológica genera un conflicto sin fin, interno y externo. Terminar con este conflicto es observar sin el yo. Sin la crítica, sin valorar. En esa observación hay orden.

 

La meditación es un estado de la mente en el cual el “yo” está ausente y, esa misma ausencia trae orden, y debe haber ese orden para seguir adelante.

Y la quietud de la mente es la mente más activa. Es la cosa más dinámica, no es algo muerto.

Una mente que ha investigado, que ha indagado en todo esto, se vuelve extraordinariamente activa y, por tanto, silenciosa.

La dificultad en los seres humanos es que nunca han observado, un árbol, un pájaro, sin división. Y debido a esto, no pueden observarse a sí mismos completamente. No pueden ver el desorden total en que viven.

Donde está el “yo” tiene que haber desorden, y si miro el mundo a través del “yo”, ya sea el mundo interno como el externo, no sólo hay división, crea caos y desorden en el mundo.

Observar todo esto completamente… sin división alguna, es meditación.

Todo lo que hay que hacer es darse cuenta de lo que sucede exactamente, en lo interno y en lo externo, sólo darse cuenta.”

https://youtu.be/g-AH3LT6AjU  Vale la pena ver el vídeo y escuchar su voz - Con subtítulos en español. 

                Espero que todo esto que hoy traigo a este lugar, sea de vuestro agrado y provecho.

                Juan F. Carbonell del Pino            viernes 9 de diciembre de 2022

viernes, 2 de diciembre de 2022

Tú y tu inconsciente

 

Reacondicionando el inconsciente

Millones de cajones que albergan sucesos en su interior, en la obscuridad del hermetismo. No se abren desde mucho tiempo, encierran contenidos del pasado, de momentos que fueron felices o dañinos y allí se quedaron, pero cuando se evocan por asociación consciente o inconsciente, dejan escapar su aroma contaminante, sus impulsos, aunque no nos percatemos de ello. Simplemente en un momento te sientes mal. 

Esto es una partida de ajedrez contigo mismo, inteligencia, observación, paciencia...

Se comenta que el pasado está muerto, pero es evidente que la huella del pasado está ahí y se manifiesta en la actualidad provocando fenómenos de diferentes características. Una muestra de la presencia del pasado que se manifiesta en el presente sería el código genético.

La huella del pasado que se grava en el psiquismo es una potente influencia que hace de los seres humanos sus esclavos. El hombre es lo que es su inconsciente.

La justificación es el proceso de racionalización que hace que se busque un motivo que por su apariencia se pone en lugar del verdadero motivo que es el impulso exagerado que brota del inconsciente.  Maltrato a mi hija y argumento que se ha portado mal, pero la realidad es que es una persona irascible porque así se portaron con él infinidad de veces. 

Las reacciones violentas que pueden provocar lesiones en otras personas salen de las grabaciones del pasado que permanecen en el inconsciente. El sentirse engañado, aunque no sea cierto, en las relaciones que se mantienen en el día a día. La incapacidad de sentirse querido. La incapacidad para recibir y entregar. El impulso de poseer a otra persona como si fuera su dueño o dueña. El enojo frecuente. El malhumor crónico. Querer manipular al otro en la mayoría de las acciones que realiza. El miedo injustificado. Los celos…, esto y más proviene de las grabaciones del inconsciente.

Todo esto tendría que provocar una potente motivación para trabajar con empeño y tesón en la sanación del inconsciente.  

Abrir los episodios del pasado, en un buen estado de atención, con dedicación de un tiempo para la realización de este trabajo. Revivir los sucesos de la niñez va a liberar al ser humano de la carga del inconsciente a la que está sometido en todos los momentos de la vida. Si alguna vez pensaste que eres libre, te equivocaste, pues eres esclavo de los dictámenes de los contenidos grabados en tu inconsciente. Se pueden relacionar con la moral, los deberes, el bien y el mal, lo que Dios quiere de nosotros, los temores, el sexo, el pecado, el odio, la culpa…

Así se hace. Vamos a sentarnos, en un lugar donde haya silencio y nadie nos pueda molestar. La postura puede ser de loto o la que podamos hacer, la comodidad es importante, sobre un cojín en el suelo o en un sillón. Hacer varias relajaciones profundas, una relajación, desde los pies hasta la cabeza y varias respiraciones profundas.

Como veis estamos convirtiendo el momento en un acto solemne. Se trata de echar a los mercaderes del templo. Modificar el contenido de los registros del inconsciente es la tarea que nos ocupa.

Modificar los contenidos del inconsciente es una tarea delicada que merece de toda nuestra atención. El recuerdo de un contenido abre un espacio, como si se abriera un cajón donde se almacena un recuerdo. Allí no tenemos que manipular nada, solo verlo tal y como se conserva la grabación de lo que sucedió, como en una película. Con todo detalle, sin prisa, sin que nos dejemos nada sin examinar. Los hechos, los objetos, lo que en ese momento se sentía.

Antes he escrito modificar, la verdad es que, al abrir el recuerdo, sólo por el hecho de la mirada consciente, es suficiente para que el contenido emocional del cajón que se ha abierto se modifique en su significado doloso. Ya no ejercerá su efecto mortífero sobre el consciente.

Es posible que tengamos que volver más de una vez sobre ese mismo recuerdo, también porque hechos similares se repitieran más de una vez. Hubo un niño que, no soportando las peleas de sus padres, golpes, gritos, insultos… se marchaba a la azotea de su casa y se sentaba al borde para no escuchar. Pensó muchas veces en tirarse al vacío.

Repito que se deben de recordar tanto los contenidos, positivos y negativos. Por ejemplo, la ilusión con que se esperaba aquel día de excursión y lo bien que lo pasó.

Comenzar por las etapas más lejanas que recordemos y día a día avanzar cronológicamente en los recuerdos, a veces se tendrá que volver pues los recuerdos van a saltar desde atrás. Conforme se profundiza en las visitas al inconsciente este se va abriendo al recuerdo.  

Cuantas más veces en semana lo hagamos mejor. Va a durar meses, años. Se siente bienestar desde el primer trabajo y con el tiempo se nota liberación.

Que aproveche.

Juan F. Carbonell del Pino            02/12/2022

 

viernes, 25 de noviembre de 2022

Conflictos psicológicos

 

Conflictos psicológicos

Descubrir los conflictos psicológicos sería un importante hallazgo, darse cuenta de su existencia, de que están ahí, es un paso importante; ya no sería solamente soportarlos y quejarse de ellos de forma pasiva, a partir de ese momento los identificaríamos y encarándolos, conocerlos y averiguar sus matices, formas y mecánica. Cuando se manifiestan y por qué. Descubrir también su parte oculta, escondidos en ese mundo desconocido, lleno de sombras, que es el inconsciente.

La casa se mantiene limpia y ordenada, en la cocina se preparan los alimentos, de forma higiénica, que han sido previamente seleccionados y comprados, y una vez consumidos se recoge, se friega y se deja la cocina limpia. Nos preocupamos de tener los libros ordenados, los archivos en el computador…, nos compramos ropa elegante, nos ponemos perfumes, maquillaje…; la casa tiene muebles apropiados, trabajamos horas para costear todo esto, además de casa, coche al que sacamos brillo… Lo que no se ve lo cubrimos con apariencias. Nuestra alimentación es enfermiza, nuestras células, neuronas, tejidos y órganos degeneran y pronto sufrimos enfermedades que nos quitan calidad de vida, y la vida misma, antes de tiempo. Alguien llamó a algunos, y con acierto, “sepulcros blanqueados”. Y así por desatención, nuestra mente es un caos, igual que nuestras relaciones sociales, en la familia, con los amigos en el trabajo...

Contemplar los conflictos es esencial para quienes quieren estar libres de sus influencias. Es un beneficio para él y para los demás, pues el que tiene conflictos los sufre y los proyecta en sus actos hacia el resto de la humanidad.

Aquellas cuestiones sin resolver son influencias que se gravaron en épocas infantiles y en edades jóvenes, que no dejan de lanzar sus efluvios conflictivos sobre la vida actual: influencias conflictivas sobre el sexo, que ahora se manifiestan en forma de aversión, en quiero y no quiero. Aquellas influencias que se repetían como “·no te va a querer nadie”; “no sé qué vas a ser en la vida”; “Pareces una puta con esos vestidos y pintada”; “eres muy torpe siempre te equivocas” …; maltratos, gritos, falta de deducciones propias, porque se te impedía descubrir por ti mismo, imposiciones; sentimientos de culpa…, son tus enemigos.

Es importante asumir que yo no soy mis egos, agregados psíquicos, o como queramos llamarlos, yo soy cuando hay ausencia de esos conflictos. Podemos decir que somos como mil caballos que orientados en la misma dirección podrían con mucho, pero que amarrados a un palo y cada uno tirando en una dirección distinta a los demás se destruirían.

Amar al enemigo, porque entendemos que ese es nuestro enemigo, instalado en lo más profundo de nosotros mismos. Se esconde porque su recuerdo produce dolor, su mensaje incapacita, taparlos, esconderlos, simularlos porque producen angustia se convierte en una tarea continua. Sólo cuando los amamos es cuando vamos a romper las contradicciones que nos hacen la vida imposible y neurótica.

Conocerlos y aceptarlos es toda una proeza.

La máscara, el maquillaje, aparentar lo contrario de lo que tememos, porque lo llevamos oculto para que nadie lo vea, ni nosotros mismos. Estar atentos y descubrirlos es tarea de todos y de todos los días, ocultamos lo que no nos gusta y que habita en lo más profundo.

Porque lo que impera es su rechazo. Perseguir y criticar en los otros, aquello que rechazamos en nosotros, son nuestra sombra. No somos eso que es muy feo, eso son los otros y resultan odiosos, se les rechaza y se siente vergüenza si son personas próximas. Ellos, los otros, son los egoístas, vanidosos, celosos, cobardes, sucios… Yo pertenezco a otra estirpe de personas mejores

Los procesos conflictivos se manifiestan en la parte consciente y en la inconsciente de la mente, tanto en la intelectual como en la emocional. Desde allí, desde las sombras, emigran las resultantes maleadas hacia la esfera consciente de forma encubierta como pulsiones, emociones, aversiones, rechazos, antipatías, odios, celos, manías…

La atención

La potencia que nos va a posibilitar conocer los conflictos es la atención, la observación de las manifestaciones neuróticas que se manifiestan en el consciente. Podemos observar el odio en sus manifestaciones conscientes, pero aún desconocemos la fuente de ese odio, pues se encuentra oculto en las tinieblas de la mente.

Podemos preguntarnos por qué tengo celos, por qué tengo miedos…, y buscar en el recuerdo etapas pasadas contenidos que se relacionen, sobre todo en la infancia.

Podemos utilizar algunas ayudas que nos faciliten el trabajo.

Meditación. Para que se fortalezca el proceso de atención podemos practicar la meditación.

Rememoración. Para ayudarnos a recordar podemos dedicar todos los días algún tiempo para evocar toda la infancia, paso a paso, lo agradable y lo desagradable.

Pero realmente no queremos, no tenemos tiempo, o hay cosas que son más valiosas para la mayoría. No somos importantes para nosotros. Queremos que sean los demás los que nos valoren. Solo queremos atesorar riquezas materiales, más allá de lo necesario, para poder adquirir bienes que nos distraigan. El descubrimiento personal, la contemplación, la actividad física, la naturaleza, el alimento vegetariano, la meditación, el no matar, el tiempo para la reflexión, no son cosas que estén dentro de los intereses de la mayoría.

Se eternizan los conflictos, porque si no somos capaces de descubrirlos en el interior se lo vamos a traspasar a nuestros hijos, con nuestra forma desequilibrada de comportamiento. A las generaciones venideras para que fabriquen seres humanos tóxicos.

Juan F. Carbonell del Pino            25/11/2022


viernes, 18 de noviembre de 2022

APROBACIÓN

 

Aprobación

Sometido a muchas opiniones sobre él

Los seres humanos estamos todos demasiado expuestos al “qué dirán”, a lo que se debe de hacer, a lo que es correcto… al valor que los demás te dan, según su sistema de aceptación y rechazo. Esto hace que se produzcan no pocos sufrimientos. Sometimientos a ciertas normas y convencionalismos que esclavizan, se supone que se tiene que hacer lo que todos esperan que hagas.

Sobre todo, los jóvenes que aún no encuentran su lugar dentro de un sistema social que tiene sus variadas reglas según el estamento social al que pertenezcan. Ubicarse con fuerza en el criterio propio es importante, pues todos los valores y normas que nos imponen son relativas. Nada es verdad o mentira de forma absoluta.

Hay momentos muy difíciles en el desarrollo del ser humano, sobre todo en ciertas épocas como es la adolescencia. Es necesario saber esperar a que las turbulencias de esta edad pasen y las contemplemos con la mayor inteligencia y templanza. Se que es mucho pedir, tanto como esperar que se tenga destreza con el brazo que está lesionado. En estos momentos difíciles viene a socorrernos el deporte, que se convierte en uno de nuestros mejores aliados.

No necesitas que los demás te aprueben o te suspendan, nadie puede hacer tal cosa. Tú eres en ti mismo, solo tienes que disfrutar con tu entorno, aire, sol, deporte, agua, naturaleza, montaña… reír, bailar, observar, ser.

Ya eres en tí mismo y aunque a todo humano le gusta opinar sobre ti, se equivocan, nadie puede llegar a saber lo suficiente de ti. Lo que saben es solo parcial y desajustado. Si te vislumbraran un poquito, te amarían. ¿Que todos tenemos defectos?, sí, pero todos, y "el que esté libre de pecado que tire la primera piedra" Nadie, de los allí reunidos, tiró la piedra. 

Eres un inmenso universo de variadas formas y colores. Digno de ser habitado, vivenciado y disfrutado por ti y por quienes sepan acompañarte.

No eres una creencia mental, eres un potencial existencial formado para vivir. 

Y en este momento me estoy acordando de algo que leí:

                Hace 687 años, aproximadamente, Don Juan Manuel escribió unos cuentecillos que pretendían, con sus moralejas, ayudar a sus lectores a comprender variadas cuestiones. Los relatos del Conde Lucanor y su consejero Patronio están llenos de ingenio fresco, que su autor nos viene a regalar a través de los siglos.

Es el cuento nº 2 - "Lo que sucedió a un hombre bueno con su hijo"

https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/el-conde-lucanor--0/html/00052e2a-82b2-11df-acc7-002185ce6064_1.html

La Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes nos ofrece estas joyas que se escribieron en el tiempo. No he podido resistir la tentación de traer aquí este ingenioso y sencillo cuento que se escribió en el año 1335.

Los seres humanos nos fortalecemos cuando nos tratan con cariño y respeto cuando somos niños. La responsabilidad que tenemos cuando nos dirigimos a un niño es muy alta, y esto es algo a tener en cuenta a la hora de traer a un hijo al mundo. 

Juan F. Carbonell del Pino            viernes 18/11/2022

viernes, 11 de noviembre de 2022

 


Mirar

                Podemos dirigir nuestra mirada, nuestra atención hacia el mundo que nos rodea, o podemos atender nuestro mundo interior.



                El mundo que nos rodea está poblado por multitud de estímulos que provienen de las personas que forman nuestra familia, los vecinos, las personas que se desplazan por la calle, los compañeros del colegio, profesores, el trabajo… La casa donde pasamos nuestro desarrollo, nuestra habitación, las pertenencias que tenemos, la televisión, el móvil, el coche…, la naturaleza, los animales, las plantas…, la ciudad en la que vivimos…

                El mundo interior, los sentimientos, soledad, el miedo a muchas vivencias, al fracaso, al no me quieran, miedo al rechazo, el sentimiento religioso…

                Todo el mundo exterior es vivido y transformado por el mundo interior, una cosa es lo que vemos y otra muy distinta la interpretación de aquello que tenemos delante de nuestros ojos. Las vivencias de fuera son interpretadas por las vivencias que hemos tenido en nuestra historia, en el pasado de cada uno.   

                Gran parte de los seres humanos centran su atención en la problemática del mundo exterior olvidándose de que los contenidos internos son sumamente determinantes. Hay momentos en que la vida, hace que nos paremos y le dediquemos algo de atención al gran ignorado.

                Individuos dotados de una gran inteligencia nos mandan mensajes a través de sus vidas y de sus escritos: Hermes Trimegisto, Cristo, Buda, muchos sabios griegos como fueron, Aristóteles, Sócrates…, y otros más recientes, Freud, Jung, Krishnamurti… y miles más. Todos ellos no solo miraron con gran interés el mundo que les rodea, sino que, además, investigaron en el mundo interior y dejaron sus aportaciones para la posteridad.

                El mundo interior nos la juega, creándonos una gran cantidad de problemas y conflictos que hacen que nuestra existencia se hunda en la miseria psíquica, en las enfermedades psicosomáticas…

                Recuerdo una máxima de alguien que no dejó su autoría: “Hijo mio, dale importancia solo a aquello que no puedas perder en un naufragio”

Todo lo puedes perder en un naufragio y si confiamos en la existencia del alma, es lo único que salvaríamos. Por sí, o por no, es conveniente hacer músculo con ese cuerpo, para aquí y para allí.

Nuestros cuerpos sutiles, merecen ser atendidos al mismo tiempo que realizamos trabajos en el mundo de fuera.

Observar y amar a nuestro enemigo interior, (los conflictos), también llamado bestia, agregados psíquicos…, es el trabajo más productivo que podemos hacer. Cristo nos da una clave: amar al enemigo. Párate un momento a lo que voy a decir: yo soy el enemigo, yo debo amarme, en mí está mi enemigo. 

Para amar es necesario mirar, conocer, acercarse, pararse, contemplar…, no interpretar, ni querer huir, más bien unirte a lo que amas.

El cuento de la “Bella y la Bestia”, ha sido reescrito más de una vez. Yo saco mis propias interpretaciones, que no creo que estén muy lejos de las intenciones ocultas del escritor. Para mí es un cuento esotérico con contenido secreto. Los elementos del cuento pertenecen a cualquier ser humano. La bestia, la bella y la flor. La bestia es mi bestia interior, (mis conflictos); la bella es mi inteligencia, mi atención, mi mirada. Cuando la bella sea capaz de amar a la bestia, (cosa difícil), la bestia, que no es más que un príncipe encantado por una bruja, recobrará su naturaleza verdadera. Siempre que esto suceda antes de que la flor, (la vida), se marchite.  

Bueno. Buenas tardes

Juan F. Carbonell del Pino            11/11/2022




viernes, 4 de noviembre de 2022

¿IGUALES?

¿Iguales? 

 Los que han ha vivido en el drama opresivo, lleno de rigidez, de situaciones tensas y conflictivas, llenas de castigos, gritos…, su mundo será un drama. Si esto ha durado mucho tiempo y no se han vivido las situaciones amables de la comedia, con sus contenidos alegres, aspectos placenteros, afectivos…, llegado el momento en el que se tenga que vivir comedia, se interpretará drama, en la creencia de que eso es lo real, ahora y en el futuro. 


Ante un tablero de ajedrez y sus fichas, solo jugaremos a las damas porque nadie nos ha enseñado a jugar al ajedrez. Pero quizás sigamos empeñados en ganar al ajedrez. 
Ante extranjeros seguiremos con la jerga de nuestro idioma, aunque no nos entiendan…, y les llamaremos torpes y brutos. 
Empujados al escenario de la vida, al compartir junto a las personas que viven en sociedad, en la ilusión, en el respeto, en la ayuda mutua, en el tono amable, en el cariño…, se encuentran con que, al intentar interpretar comedias, interpretan dramas, películas de terror y crímenes, viven el engaño, el castigo, los celos, los golpes, la agresión, la guerra… Dependiendo de la gravedad de las experiencias vividas en la niñez, no pueden interpretar, de forma sentida, la alegría, la ilusión, la relación positiva, porque no está en ellos, no saben sacar de sí mismos porque no hay referencias gravadas en su infancia. 
Llegados a este punto quiero señalar que el ser humano, que sufrió en su infancia los castigos que lo hacen un peligro social, es una víctima de sus padres o del entorno que le provocó esas heridas. Necesita consideración, aceptación y ayuda. 
Las vivencias infantiles negativas son como virus que al invadir a las células sanas la emponzoñan con su material dañino. 

“Sufrir un trauma en la infancia triplica el riesgo de desarrollar un trastorno mental grave de adulto” >>>   https://www.rtve.es/noticias/20221103/sufrir-trauma-infancia-triplica-trastornos-mentales-adultos/2407803.shtml 

Ante una situación determinada se dispara la respuesta programada, en forma de ira, de desconfianza malsana, de agresión, desesperación, celos compulsivos…, aunque haya un comportamiento aparentemente normal durante algún tiempo, este se altera cuando el contenido almacenado en el inconsciente se toca por asociación y se evoca. Las reacciones no son proporcionadas a los hechos que se producen en el presente, sino, que tienen la carga del pasado, de cuando se produjeron en las vivencias infantiles. Y no es la inteligencia lo que actúa, sino lo irracional. 
El mayor daño se produce cuando en las manos de estas personas está el destino de otras muchas. Cuando ocupan lugares sociales como esposos, padres, maestros, políticos, gobernantes…, de aquí pueden salir los maltratadores, los criminales machistas, los corruptos, los fanáticos, los exterminadores de pueblos… 
Cada individuo es un mundo diferente porque las distintas variables que intervienen en cada uno de ellos los hace únicos: herencia, padres, medio ambiente… Se comete el error de atribuirle a los otros, sin tener fundamentos, contenidos psicológicos y morales que son nuestros. Son consecuencias de todas nuestras vivencias y experiencias desde que nacimos, sentimientos, valores, empatías, valoraciones, respeto…, Se tienen tan asumidos como normales que, erróneamente, se creen atributos comunes a todos los demás componentes de la sociedad. Hasta que muy tarde, se descubre que el otro vive en un universo distinto: 
Individuos que tienen ideas religiosas mal interpretadas, hábitos ocultos, que faltan al respeto, que utilizan el maltrato a la pareja, maltratan a los hijos, son embusteros-ras, hacen críticas poco respetuosas hacia los demás, confunden los valores…, intolerantes de los errores ajenos, fanáticos, instructores fabricantes de fanáticos, ciegos de inteligencia, viciados emocionalmente, iracundos… 
Puede parecer que defiendo la idea de buenos y malos de forma absoluta, pero no, porque no creo que exista alguien libre de haber sufrido traumas en la infancia, aunque sean de menor trascendencia. Lo que sí creo es que existen personas aceptablemente aptas para la convivencia y otras tan problemáticas que hacen daño. Aceptar y vivir las diferencias de los otros es enriquecedor.
Trabajar para la mejora de cada uno es el trabajo sublime que tiene que realizar desde el más castigado hasta el que puede dar gracia de tener un sufrimiento menor. No somos iguales. 
Cada uno vive en un universo distinto, poblado de vivencias que lo separan a distancias considerables de los demás. 
¿Con quién me he casado yo? Diría la esposa después de pasado algún tiempo, ¿A quién le he entregado a mis hijos paridos por mí?; ¿Son iguales el ebrio al conducir, aunque mate a los peatones, que el conductor sobrio?; ¿Igualdad para casarse y tener hijos al maltratador?; ¿igualdad para el votante cazurro que no sabe valorar y puede ser manipulado?; ¿Igualdad para el que sale a la calle dispuesto a pegarle un tirón a un bolso?; ¿Igualdad al estafador?, ¿Igualdad para el provocador?; ¿Igualdad para el mal pensado?; ¿Son iguales el asesino y su víctima…? No somos iguales. 
Si queremos evitar males, es necesario actuar ahora de forma positiva y amable sobre los futuros hombres y mujeres. 
Es inútil cuando se grita la repulsa al criminal machista, ¡ya no más! Se pasó el tiempo de haberlo podido evitar. 
Ahora estamos a tiempo de evitar el drama futuro. 
Juan F. Carbonell del Pino viernes 14/11/2022

domingo, 30 de octubre de 2022

LA BÚSQUEDA DE ACEPTACIÓN

 




La búsqueda de aceptación de los demás, es una demanda prioritaria en los seres humanos que los va a acompañar toda la vida, marcando su comportamiento.

Nace la búsqueda de aceptación de la necesidad de compensar frustraciones y complejos que se han adquirido desde la infancia. Esto es sutil y suele revestirse de diferentes ropajes que ocultan su verdadero origen.

Es el instinto de compensación del que habla Freud, Adler…

En los casos más notorios siempre los encontraremos buscando que los demás los miren como vencedores, modelos, poderosos; suelen ser vanidosos, engreídos, con la pretensión de causar admiración, respeto, incluso miedo. O simplemente como atractivos, graciosos, con don de mundo, etc.

Se pone en juego el aspecto físico, ya sea con la posesión de un cuerpo bello, el pelo cuidado, músculos de gimnasio, maquillaje, perfume, adornos, vestimenta a la moda del momento, elegantes con camisa y corbata…

La posesión de objetos como móvil, reloj, moto, coche, casa, mobiliario… también son utilizados para valorarse.

Vocabulario, gesticulación, adecuados al entorno cultural por el que se desenvuelvan.

La competencia académica y laboral.

Habilidades sociales, que les hagan caer en gracia en los demás.

Éxito en la conquista del otro sexo. Brutalidad si no lo poseen con seguridad, celos, posesión, agresión...

Prácticas en el uso de alcohol, tabaco, drogas… que sean valoradas por el grupo.

Todo este montaje se organiza para conseguir ese “tú vales” que nunca será de forma plena y siempre en vilo de perder esa estima. Por lo que se requiere más y más afirmación.

La necesidad de la aceptación por parte de los demás se da en todas las edades. Desde las primeras miradas que dirige la madre, hasta los celos hacia el hermano pequeño, pasando por las relaciones amistosas en el colegio, el grupo en la adolescencia, la adquisición de conocimientos, la competencia en el trabajo…

En las edades más jóvenes la necesidad de aceptación e integración pueden llegar a ser dramáticas, como ante el rechazo por ser gordo, retrasos, diferencias culturales, el Bullying, (acoso), la adopción de prácticas indeseadas como son el alcohol, la drogas; la ineficacia en los estudios, la presión del colegio, la presión de los padres, el maltrato familiar…



Estas situaciones pueden llevar a enfermedades, sobre todo mentales, y al suicidio…

Es obligación de los padres apoyar a los hijos dándoles el máxima de aceptación, respeto, paciencia, atención, alimentación sana, deporte…, así necesitarán menos de la aceptación de los demás, de la compensación, ahora, en el futuro y a lo largo de la vida.

Cuando falla la compensación, la aceptación, el individuo cae en la frustración, la tristeza, la depresión, en la ira... se hunde en sus desgracias que no puede compensar con los suficientes éxitos.

Las mejores formas de compensación están en el deporte, en la práctica musical, en el altruismo, (ayuda a los demás) …

Y, además, trabajar sobre sí mismos para no tener dependencias psíquicas que esclavicen.  

Juan F. Carbonell del Pino                            30 de octubre de 2022

viernes, 21 de octubre de 2022

 Ser.

Siempre estamos en paradojas, en conflictos que nos llevan y nos traen, como en un ring con los ojos vendados, y como si una multitud de boxeadores nos pegaran sin descanso.

Ser como una hoja llevada por el viento te transporta a una aventura…, a veces fresca y luminosa, a veces dura, solitaria y dolorosa…, siempre auténtica.

                Si te empeñas en ser algo diferente a los momentos que viven el viento y la hoja… posiblemente te agarres a un tiempo a un espacio, a un lugar, a una creencia, a un color…, pero te perderás las vivencias que mantienen el viento, la hoja y el mundo.


Si te empeñas en ser un espacio, un lugar, un color fuera de la luz blanca, no serás nunca ese espacio, ese lugar, ese color… solo que te empeñarás en serlo y, por lo que, tendrás que pagar duramente. En un color y en otro, quizás en cada uno de los siete colores de la luz blanca. Todos salen del mismo sitio, pero por separado no son la luz blanca, si bien esa luz los contiene a todos cuando están unidos son tu energía, tu plenitud, conforma todo tu ser.

Sólo la luz blanca te da una constante, y a la vez libertad.

Si la luz blanca es tu vehículo podrás viajar cómodamente por todo el universo, por todos los colores.

Si te sientes desgraciado por ser indeterminado sufrirás inútilmente y te perderás el gozo de no ser nada, la libertad de la indeterminación que te abre las puertas de todas las posibilidades del universo.

Estar y ser siempre en la luz blanca que contiene todos los colores, toda la energía de las estrellas. Allí, no siendo nada, lo puedes ser todo.

Si crees que no te aman, que no te valoran…, ámate, y únete al máximo valor, a esa luz blanca que habita en ti, y ama tú. A todo, a los buenos, a los malos, a los torpes, al paisaje, a las estrellas, a la vida…

No es fácil encontrar a personas que amen porque todas están apresadas en sus conflictos, en su miedo, en su dolor, en su confusión…, ama tú y así vivirás tu luz blanca, el “Tesoro escondido” en el interior de los hombres.

Juan F. Carbonell del Pino

 

domingo, 16 de octubre de 2022

El tesoro escondido

 El Tesoro escondido



                Fue un día en que dejando caer la mirada joven, por un tenderete de libros usados en el rastro de Madrid, atrajo mi atención un ejemplar ajado y ocre por el paso del tiempo. “Por el Reino encantado de Maya”. Relatos recopilados por Mario Rosso de Luna. Mi interés aún se acrecienta al descubrir que tenía las hojas pegadas, nadie había leído ese ejemplar.

He aquí una de las parábolas que leí en ese libro:

“El tesoro escondido”

 “Escrito está en letras de fuego en los viejos libros iniciáticos que consultó Platón para escribir su Banquete de los dioses, que los hombres de la Edad de Oro alcanzaron tal felicidad, tan inmenso saber y un poder tan gigantesco, que los dioses sintieron envidia hacia ellos, temiendo muy fundadamente que les usurpasen algún día todo su inmenso y secular poderío.”

“Diéronse, pues, trazas un día los dioses de lograr arrebatar el tesoro de la felicidad a los mortales, quienes, al perder tamaña riqueza, cayeron bien pronto en la orfandad y en la abnegación más tristes. En ese mismo y desdichadísimo estado de miseria en que hoy le adivina la ciencia de la Prehistoria.”

…” los dioses se convencieron bien pronto de que estaban perdidos a la corta o a la larga si no escondían convenientemente el “Tesoro de la Felicidad” en un sitio tal y tan oculto que jamás volviesen a dar con él los pícaros hombres.

…” Ningún lugar había absolutamente seguro para ocultarlo pues los hombres (que son dioses también sólo que lo han olvidado porque bebieron antaño las soporíferas aguas del Leteo que les tiene dormidos desde entonces), despertarán al fin algún día de tamaño letargo o “encantamiento” y ¡ay, luego, de los dioses!, porque sonará para ellos la hora de su ocaso, “…

“… el más experto de los dioses —no se. sabe bien si Narada o Mercurio— le dio al fin a sus compañeros este consejo práctico, expedito, infalible: — ¡Necios! Si queréis que el hombre jamás encuentre lo que busca, esconded su Tesoro en su propio e inconstante corazón...”

…” El Tesoro, por arte mágico poco o nada, explicable para nuestra obtusa mente, hubo así de pasar al corazón de todos y de cada uno de los mortales, quienes, aunque notaron luego algo extraño en sí propios, ni remotamente pudieron pensar que aquel “algo” era precisamente lo que con tan insaciable ahínco habían perdido. ¡Así, mientras buscaban el Tesoro, (de la felicidad), resultó lo llevaban dentro” …

Pasaron de este modo cruel edades tras edades, con gran mofa y escarnio por parte de los dioses, quienes, desde sus alturas olímpicas, veían cómo y de qué manera, por la busca de un vano fantasma de felicidad, los dormidos hombres se destrozaban como fieras unos a otros.

“… al fin, es a saber que llegó la plenitud de los tiempos anunciada por la profecía, es decir el día, augusto en que el titán Prometeo, extendiendo su brazo gallardo, encendió la Antorcha del Pensamiento en ese mismo e inextinguible Fuego de Amor que alimenta al Sol y hace resplandecer a los cielos. Con la antorcha mental así encendida fue despertando sucesivamente y más o menos en todos los hombres un fuego igual al suyo primitivo. A los destellos de semejante Luz, pudieron mirar al fin, en el fondo de su pecho: ¡allí vieron brillar más pura que nunca al “Ascua de Oro”: ¡El Tesoro de la Felicidad Oculta! “

                Solo quiero señalar que en el hombre se da la conjunción de algo que, al fusionarse con su atención, le hace sentir plenitud.

                Porque no quiero apelar a ninguna creencia sino a hechos palpables, es por lo que señalo a la observación y experimentación de sí mismos.

                Dejar caer la mirada sobre aquello que nos hace plenos, sobre esa luz, esa estrella, que habita en cada uno y que cuando se toca se revivifica haciéndote luminoso, suficiente, pleno, capaz…

                Que no depende del éxito personal, del dinero, de la aceptación o el rechazo de los demás. Más allá de la personalidad, de su éxito o fracaso… allí estás tú, y no necesitas más, todo lo demás se obtiene por añadidura.

                Sólo tienes que estar contigo, en el silencio… todo lo demás será iluminado por esa luz.

 

                Juan F. Carbonell del Pino

 

viernes, 23 de septiembre de 2022

 

Sé que estás ahí,

 Puedo sentirte. No importa que seas joven o mayor, triunfador o fracasado, chico o chica, guapa o feo, homosexual, heterosexual… o asexual.

El mundo te acoge seas quien seas.

El aire te envuelve, te penetra y a través de tus pulmones llega hasta cada uno de los cien mil millones de tus células; te trae oxígeno, sonidos y aromas, le da igual quien seas.

El espacio deja un lugar a tu anatomía. Te desplazas, bailas, saltas…

El sol te aporta luz a tu piel, a tus ojos. Te da calor. Sin preguntarte nada.

El agua te hace flotar, aporta su temperatura y puedes penetrarla, bucear y descubrir los millones de seres vivos que habitan los mares. Eso es para ti, como un regalo de cumpleaños. 

                Sé que estás ahí y me siento acompañado de tu existir, profundamente acompañado, con tan solo poner mi ánimo en ti. 

lunes, 12 de abril de 2021

Autoconocimiento

 

El hombre toma forma al recibir todos los errores y torpezas que sus cuidadores han cometido en el trato con él, padres y otras personas que le han influido durante todo el ciclo infantil. Lógicamente también se integran las bondades que recibe.

 

Han marcado su virginal cerebro con temores, desamores, desconfianzas, culpabilidades, inseguridades, agresividad, maltratos, desarmonía, agresiones, abandonos, gritos… que van a ir cristalizando, formando las estructuras neuronales del lactante y del niño. 
 

A estos contenidos convenimos en llamarlos “agregados psíquicos”.

 

Esta es la transformación de lo que era un príncipe que la malvada bruja convirtió en la bestia, tal y como se narra en el cuento.

 

Estas prácticas erróneas de sus cuidadores configurarán su cerebro y su psicología de tal manera que el sujeto llegará a creer que él son sus agregados psíquicos.

 

Dedicará toda su existencia a su servicio, ellos comandarán su vida.

 

Los disculpará y justificará dándoles la entidad de ser él mismo, nunca serán feos para él, pues los tapará con sus logros y conquistas, luchará pues, para ocultarlos y perseguirá su sombra en los otros seres humanos.   Pero nunca estará satisfecho.

 

La estructuración psicológica que formaron en su infancia pasará a ser parte constitutiva de su personalidad, por la que luchará y tratará de realizar sus dictados, ambiciones, deseos, agresividad, miedos, desconfianzas… como si del mismo sujeto se tratara.

 

Así, nunca reconocerá a la bestia que hay en él. Sería insoportable verse feo. Se convertirá en su esclavo sin saberlo. Verá su bestia en los otros y los perseguirá. Nunca en él mismo.

Quien quiera dejar de ser esclavo de sus agregados psíquicos necesitará perseverar en la observación de sí mismo y de sus reacciones en las relaciones cotidianas. El trabajo consiste en contemplar lo que fue configurado en su psiquismo en las edades tempranas de su infancia, cuyos contenidos perduran a través del tiempo. Sus manifestaciones conscientes e inconscientes.

En el Oráculo de Delfos, antes de plantear cualquier consulta a los dioses, obligaba al viajero a investigar su propia esencia. Este, debía ser el punto de partida para comprender el mundo.

Las palabras inscritas en la entrada del templo de Apolo en Delfos eran casi una exhortación y hasta una advertencia que iba más allá del mero valor ético o religioso. Pausanias, del siglo II de Cristo, en su obra Descripción de Grecia, explicaba que esta frase se hallaba inscrita en oro.

En la sala donde se hallaba la sibila, esa sabia mujer entrenada desde niña para revelar el mensaje de los oráculos, podía leerse la siguiente inscripción:

“Te advierto, quienquiera que fueres tú, que deseas sondear los arcanos de la naturaleza, que, si no hallas dentro de ti mismo aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo fuera. Si tú ignoras las excelencias de tu propia casa, ¿Cómo pretendes encontrar otras excelencias? En ti se halla oculto el Tesoro de los Tesoros. Hombre, conócete a ti mismo y conocerás el universo y a los dioses”.

El uróboros, la serpiente que se come su cola enferma representa desde antiguo lo Uno que surge de la unión de lo que está en disputa consigo mismo, por lo que constituye el misterio de la prima materia, que, en cuanto a proyección, procede inequívocamente del inconsciente humano».


Para Jung, de la escuela psicoanalítica, «el Uróboros que se come su propia cola es un símbolo drástico de la asimilación e integración del opuesto, de la sombra.

“Una serpiente está apostada y vigila el templo que la tiene, además, subyugada. En primer lugar, sacrifícala y despelléjala; vete quitándole su parte carnosa hasta que llegues a sus huesos; pon peanas a la entrada del templo y colócate encima; y allí encontrarás la cosa que buscas. Pues el animal sacrificado, el hombre de cobre, fue cambiando de color por su naturaleza; pasó a convertirse en hombre de plata; y pocos días después, si tú quieres, también en hombre de oro”. Tu verdadero Ser, tu auténtico Yo, espléndido, luminoso y sabio.  

“Pon tu inteligencia, muy apreciado amigo, en estos asuntos y no te equivocarás. Pero esfuérzate con seriedad y diligencia, hasta que veas el final”.

Es necesario trabajar mucho y poner energía en el asunto, si es que te importa. Hay mucho que hablar sobre el conocimiento propio, todo lo anterior son algunos datos que señalan direcciones. ¡Buen provecho!

No debemos de olvidar que hasta las neuronas llegan las porquerías que comemos, bebemos, fumamos…

Juan Carbonell

 




martes, 26 de julio de 2016

Consciencia




A la capacidad que tiene cada ser humano, para darse cuenta de la realidad, podríamos llamarla umbral de consciencia, y puede ser muy variado este umbral.  
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Esa capacidad de darse cuenta va a estar determinada por una enorme cantidad de situaciones, en las que puede encontrarse cada ser humano, como son: el estado de salud que tenga el individuo en cuestión, si sus células están asfixiadas de grasas y toxinas, (las neuronas también son células físicas), si padece enfermedades; también si está marginado socialmente; si bebe habitualmente, si está cansado, si recibe desamor, si sufre de agresiones o injusticias, si tiene miedo, si busca la aceptación de los demás, si pasa hambre, si se droga, si está enamorado, si se ha liberado de sus conflictos psicológicos, si tiene tiempo libre, si está muy ocupado… Si tiene visión de conjunto o por el contrario se queda atrapado en cuestiones parciales… su realidad, la de los demás seres y la del mundo que le rodea puede ser algo muy difícil de captar.

Teniendo en cuenta todo esto, se comprende que la comunicación profunda de la intimidad, pueda ser, en ocasiones, difícil de compartir, tanto que la soledad y el aislamiento se puede convertir en una situación de constante presencia.

Ir más allá de todo esto puede ser una tarea difícil pero deseable, con objeto de romper el aislamiento y buscar puntos que puedan ser compartidos.
Pero sucede que cada ser humano se hace fuerte en sus convicciones y trata de imponerlas a los demás.
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Se hace evidente que con todos no podemos compartir muchas de nuestras vivencias íntimas y necesitamos de personas afines para poder expresarnos con amplitud y poder intercambiar.
Así que es bueno interaccionar con cada una de las personas en el ámbito posible y no intentar imponer nuestros criterios creando conflictos, guardarlos más bien, para quien pueda entenderlos y compartirlos.


Sobradamente sabemos que el conocimiento es parcial y que la totalidad no está a nuestro alcance, será positiva la actitud de atención consciente para descubrir lo nuevo, prescindiendo de preconceptos que nos esclavizan en lo viejo. 

sábado, 12 de julio de 2014

Fantasía y realidad

¿Qué es lo real? ¿Lo que vemos? ¿Lo que sabemos? ¿Lo que creemos?


El ámbito de lo que creemos como "realidad", es un mundo extremadamente reducido para el espíritu humano, que se siente constreñido entre paredes angostas.

El espíritu para no perecer, viaja en la fantasía, que le va a posibilitar escapar de la cárcel de lo concreto.

La mente convencional dicta lo que es real, se lo cree y vive de acuerdo con ello, arrastrando en su miseria al resto de los componentes del ser.

Lo convencional tiene tanto poder, que fuerza a la mente a creer, el ojo ve la imagen invertida, el cerebro la interpreta derecha; si se ponen gafas que invierten la imagen, durante un tiempo las verás invertidas, al cabo el cerebro las volverá a interpretar derechas, al quitarse las gafas, durante un tiempo verá las imágenes invertidas.

El niño, que no tiene su mente domesticada, aún vive en la fantasía, hasta que los adultos terminan reduciéndolos a su tamaño.

Creencia de lo real
¿Cómo escapar?

Inventándose realidades pintorescas, que no dejan de ser nuevas configuraciones mentales, que nada tienen que ver con el vuelo del espíritu, crean insatisfacciones, frustraciones...

Las drogas pueden liberar lo convencional, pero finalmente será un desastre.

En los vuelos que el espíritu puede realizar en la noche; durante el sueño se libera, y puede resultar tan contradictorio con el mundo racional que se olvida al despertar.

La meditación puede liberar al ser de lo concreto y liberar el espíritu, para que se expanda sin ataduras.
Ciertos bailes pueden conseguir efectos de expansión espiritual.

La creación es una forma válida de expresión del espíritu.

Podemos hacernos muchas preguntas como:
¿De donde extrae la imaginación el material para crear fantasía?


¿Superan algunas cosas que conocemos como reales a la imaginación?

¿Las galaxias?
¿La biología?

No nos podemos dejarnos atrapar por el conocimiento, probablemente ninguno sea el definitivo.

La imaginación, la fantasía, la mística... pueden ser vías directas a algo que va más allá...

lunes, 7 de julio de 2014

El Ser quiere nacer


El Ser trata de imponerse a la vorágine de la vida, necesitamos de la autenticidad, es por lo que buscamos la felicidad con afán. 

La buscamos en lugares donde no puede expresarse nuestra parte más esencial. 

El mí mismo, el íntimo, con lo que más me siento yo, necesita atención y expresión.

No podemos estar satisfechos si no estamos realizados en lo íntimo.

Nos alejamos cada vez más de nuestro propio corazón, allí está apresado el ser.

Amar a la bestia es un concepto importante para la superación de la propia bestia.

La bella tiene que amar a la bestia.

Como aquél cuento, antes de que la rosa se marchitara, el príncipe convertido en bestia por la bruja, sería liberado del hechizo, cuando la bella amara a la bestia. 

Identificar, conocer, aceptar y amar a la bestia que llevamos dentro, para que desaparezca, se convierte en el primer trabajo que el hombre tiene que realizar sobre sí mismo. 


Autor: Juan Carbonell. 



  

sábado, 11 de enero de 2014

Un brindis

Hola a todos.
Hacemos grandes sacrificios, esfuerzos, tiempo...

Nos perdemos gran parte de las relaciones espontáneas que nos ofrece la vida.

No trabajamos para nosotros:
Para conocernos;
Para comprender la esclavitud psicológica que cargamos; Paa desarrollar nuestro cuerpo en la salud;
Para relacionarnos con nuestro espíritu, que es el más grande trabajo a realizar;
Para disfrutar de la vida... amar, ayudar, abrazar, sonreír...

A cambio de conseguir una posición económica en la sociedad, que además, nos esclavizará hasta la llegada del Alzheimer.

Hoy os propongo un brindis por lo más característico de cada uno de nosotros, nuestra esencia y su relación con todo lo que existe.
Salud.

miércoles, 1 de enero de 2014

Crear

Un pensamiento...
Una sonrisa...
Una palabra...
Una mirada...
Con todo eso puedes crear,

Eres creador y puedes hacer uso de ese don, crea.
Para bien o para mal, con bondad o con maldad.

Tú y el mundo recibirán tu obra.

lunes, 26 de agosto de 2013

Liberarse - 30


 







El espíritu del hombre necesita contemplar,
el cielo estrellado,
un atardecer,
un paisaje lleno de arboleda,

un mar...
Tenderse en la yerba y admirar,
el cielo, las nubes, los pájaros...

Perderse en la profundidad
del horizonte marino.
Volar entre las nubes.

Unirse
a una bandada de pájaros.

Ser como el viento
y acariciar las ramas de los árboles,
los picos de las montañas,
sentir la nieve,

oler la jara, la salvia, el jazmín...


Cansado está ya de la prisión de la mente,
de las preocupaciones, de los miedos,
de la apariencia, del que dirán,
del querer conquistar
una posición, un rango, un estatus...

El miedo a la muerte...

Solo tienes que abrir la puerta,
frotar la lámpara
y como el genio de Aladino,
liberarte.

Eres mucho, pero no lo sabes.

No tienes nada que temer.
Acepta tus temores
y sumérgete en el todo.

sábado, 24 de agosto de 2013

Perseguir la "Sombra" - 29



La parte fea, inaceptable de nosotros mismos, no somos capaces de contemplarla y aceptarla como propia.
Entonces creamos la "sombra", la persecución en el mundo exterior de lo indeseable que habita en nosotros.
Nos convertimos en paladines "limpios" y condenamos y castigamos en los demás, nuestra propia suciedad.

Señalamos, acusamos, condenamos.

jueves, 8 de agosto de 2013

Realidad - 28





El que mira ve su realidad, proyectada y mezclada con algunos datos del entorno que le rodea.

El que mira capta lo que sus sentidos le permiten, tamaño, velocidad, color...

No pudimos captar las células, hasta que se inventó el microscopio; aún más difícil, captar las moléculas, captar los átomos, captar los neutrinos... podemos ver solo una parte del espectro de luz, nada por encima del violeta, nada por debajo del rojo.

Nos empeñamos en no creer en los microbios, costó mucho que fuera admitido por la clase médica del siglo XVIII, lo que fue visto un siglo antes, costó muchas vidas, pues la asistencia a los partos se hacia sin que los médicos se lavaran después de atender a muertos infectados.


Nuestros complejos de inferioridad nos hacen aferrarnos a la idea de que sabemos, o peor, que lo que sabemos es cierto, de forma absoluta.

No damos paso a lo nuevo porque nuestros ojos no dejan de mirar lo viejo. Porque estamos anclados en lo atávico, en lo antiguo, en lo conocido.

Le tenemos miedo a la incertidumbre, cuando es la mejor de las luces... la que nos aproxima a lo que es.

¿Cuántas cosas no vistas nos aguardan aún?
Muchas más que las conocidas.

Pero... ¿quién se atreve a vivir en la incertidumbre?

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